Este enfoque poco convencional que se originó en los años 1980, surgió de los trabajos de Steve de Shazer y sus colaboradores.
Descubrieron entre otras cosas que lo que permite a los clientes mejorar con frecuencia no tiene nada que ver con las supuestas causas de sus problemas y que las soluciones que pusieron en práctica ya existían previamente.
Se enumeran a continuación algunos de los presupuestos a partir de los que el coach acompaña a su cliente:
El lugar en el que nos encontramos determina lo que vemos y lo que no vemos, lo que entra o no en nuestro ángulo de visión: cambiar de lugar lo cambia todo.
Los seres humanos construyen los mundos en los que viven: el lenguaje explica estas construcciones y participa en ellas.
La solución no está ligada al problema: no es necesario conocer la causa del problema para poder resolverlo.
El cambio es ineluctable y permanente: un cambio en una parte de un sistema genera cambios en otras partes del sistema.
El método se desarrolla en varia etapas:
la destrucción del problema
la búsqueda de excepciones al problema
la « pregunta milagro »
las escalas de evaluación
la apreciación de los logros
las prescripciones
Integral Togetherness ha obtenido sus competencias para este enfoque gracias a las formaciones realizadas con el especialista americano Bill O’Hanlon.